Cómo mantener unos niveles de stock óptimos
Mantener unos niveles de stock óptimos de cada producto es clave para eliminar sobrecostos en el proceso de almacenamiento y disponer de una cadena de suministro más ágil y flexible.
En una logística cada vez más compleja, las empresas necesitan controlar la demanda de inventario en el almacén para prestar un servicio eficiente. Un nivel de stock óptimo permite conocer cuándo hay que reponer producto en el almacén y qué cantidad de inventario de seguridad es precisa para preparar los pedidos en curso.
¿Qué se considera un nivel de stock óptimo?
El nivel de stock es la cantidad de existencias de un artículo disponibles en el almacén en un momento determinado. Mantener un nivel de inventario óptimo ―la cantidad exacta para cubrir la demanda― es imprescindible para dar salida a los pedidos sin que se produzca una rotura de stock, es decir, la falta de existencias en el almacén para garantizar el abastecimiento de mercancía.
El principal objetivo del stock óptimo es lograr la rentabilidad en la gestión del inventario. Ajustar los niveles de stock a la demanda permite evitar las ineficiencias de un inventario sobredimensionado o insuficiente. Calcular los niveles de stock para almacenar únicamente la cantidad necesaria también optimiza el espacio de almacenamiento y ayuda a la detección de errores como plazos de reposición de stock excesivamente largos, mercancía obsoleta o procesos de producción poco flexibles.
A la hora de calcular cuál es el nivel de stock óptimo para cada referencia en el almacén, las organizaciones han de tener en cuenta múltiples variables: desde las características o la rotación de las existencias, hasta la configuración de las operativas del almacén, los sistemas de almacenamiento o cálculos como el inventario máximo o el stock de seguridad.
Asimismo, para alcanzar un nivel de stock óptimo, las compañías han de tener un conocimiento exhaustivo sobre la demanda de los productos, así como hacer una previsión a largo plazo. Esta información posibilita una estrategia de aprovisionamiento de mercancía a partir del punto de pedido, es decir, el momento justo en el que la compañía debe solicitar stock a sus proveedores para que la gestión del inventario sea eficiente.
Existe una fórmula matemática aplicada en logística que permite calcular cuándo y en qué cantidad la empresa precisa el aprovisionamiento de stock para conseguir unos niveles óptimos: el Modelo de Wilson o EOQ ―siglas en inglés de Economic Order Quantity, o cantidad económica de pedido―. Esta regla define los volúmenes de stock ideales de aprovisionamiento y su frecuencia según la demanda periódica de stock, el costo de realizar cada pedido y el gasto de almacenar una unidad de carga durante un cierto periodo de tiempo.
Por qué es importante mantener unos niveles de stock óptimos
Poseer unos niveles de stock idóneos mantiene el equilibrio entre cumplir con la demanda habitual de productos y mejorar la eficiencia en las ubicaciones de almacenamiento. Un volumen óptimo de mercancía facilita el control sobre el inventario, garantiza la trazabilidad de producto y reduce el riesgo de stock obsoleto.
En la logística 4.0, los almacenes demandan operativas flexibles, especialmente en sectores como el e-commerce, la alimentación o la industria manufacturera, que requieren operativas ágiles debido a la alta rotación de producto o a las estrictas condiciones de almacenamiento. Un nivel de stock óptimo favorece procesos logísticos más eficientes, disminuye los costos de almacenamiento y previene las pérdidas o deterioros en las existencias almacenadas.
Determinar un volumen óptimo de stock por cada referencia es el primer paso para establecer una estrategia de planificación logística eficaz. A partir de un cálculo preciso de la demanda y de las características del layout del almacén se pueden especificar los sistemas de almacenamiento y transporte o los métodos de extracción y ubicación de mercancía más adecuados.
Consejos para mantener unos niveles de stock óptimos
Unos niveles de stock óptimos aseguran que no se almacenen más unidades de carga que las indispensables para cubrir la demanda de productos, lo que optimiza la capacidad de almacenamiento de la instalación y, sobre todo, agiliza la expedición de la mercancía. Estos son tres consejos para alcanzar unos niveles de stock eficientes:
- Comprender y predecir la demanda de cada referencia en el almacén: implantar indicadores de rendimiento (KPI) permite fijar la frecuencia de expedición de cada producto. La información recopilada sobre el negocio es muy valiosa para conocer cuál es el volumen exacto de producto que se debe guardar en el almacén.
- Determinar los puntos de pedido: este cálculo logístico establece cuándo y en qué cantidad se ha de hacer un pedido a los proveedores en base a la demanda. El principal objetivo del punto de pedido es lograr un perfecto equilibrio entre la inversión en mercancía ―y los costos de almacenamiento― y la probabilidad de que se produzca una rotura de stock. El cálculo de esta fórmula matemática puede programarse de forma periódica o revisarse cuando el responsable logístico considere.
- Automatizar la gestión del stock: sustituir las técnicas de gestión manuales por sistemas digitales como un sistema de gestión de almacenes (WMS) suprime el riesgo de error en cálculos como el stock máximo, mínimo o de seguridad. Un WMS automatiza las tareas de reposición de los sistemas de almacenamiento o de picking, a la vez que determina la gestión de ubicaciones según reglas y criterios preestablecidos por el responsable logístico.
Digitalizar el control de los niveles de stock en tiempo real
La progresiva heterogeneidad de las referencias en un almacén y la omnicanalidad han incrementado la complejidad de la gestión del stock. Cada vez más compañías requieren una sincronización entre las existencias del almacén y las que están repartidas entre los puntos de venta.
En este contexto, un sistema de gestión de almacenes puede ser la respuesta a los retos que presenta la nueva logística. Esta aplicación elimina la probabilidad de errores al automatizar los cálculos de inventario, recopila información sobre la demanda de stock y facilita una completa trazabilidad del producto.
El sistema de gestión de almacenes coordina el movimiento del stock a lo largo de las diferentes fases logísticas ―almacenamiento, reposición, preparación de pedidos y devolución de productos, entre otros―, promoviendo unos niveles de stock óptimos y sacando la máxima rentabilidad a cada unidad de carga. El software de gestión también posibilita un control sobre las existencias en tiempo real, recabando información relacionada con los pedidos. Estos datos ayudan a identificar tendencias y planificar periódicamente los volúmenes de existencias ideales para cada referencia.
Niveles de stock óptimos: cálculo automático para una gestión eficiente
Un volumen de stock óptimo contribuye a una gestión del almacén avanzada, reduciendo los costos de almacenamiento y fomentando operativas logísticas más eficientes. No obstante, la incorporación de nuevos canales de venta y el progresivo aumento de referencias en los almacenes dificulta el control sobre esta operativa.
Un sistema de gestión de almacenes como Easy WMS de Mecalux automatiza el cálculo de variables clave para identificar el nivel de inventario óptimo para cada producto. Si estás interesado en mejorar la gestión del stock en tu almacén y potenciar el rendimiento de tus operativas logísticas, no dudes en contactar con nosotros. Un consultor experto te asesorará sobre la mejor solución para tu compañía.