La realidad aumentada y los wearables catapultan la logística hacia el futuro
La realidad aumentada y los wearables han llegado a la logística y a los almacenes para quedarse. En un escenario como el actual, en el que el e-commerce y la omnicanalidad han irrumpido con fuerza, las compañías se plantean cómo lograr una mayor productividad y cómo mejorar todos sus procesos ─en especial, la preparación de pedidos─. La tecnología se ha consolidado como la única respuesta ante este desafío, al facilitar y potenciar el trabajo de los operarios para que puedan afrontar el crecimiento de la demanda.
El mercado de los wearables está en alza. Según un estudio de la consultora GlobalData, progresará con fuerza en los próximos años, alcanzando los 54 millones de dólares en 2023, como resultado de su adopción en sectores como el de la salud, el retail o la logística.
En este artículo explicaremos las aplicaciones de los wearables y la realidad aumentada en la logística, así como los dispositivos más comunes que se pueden encontrar en un almacén.
¿Qué es un ‘wearable’?
Los wearables son dispositivos electrónicos, que habitualmente se presentan en forma de objetos cotidianos (relojes, pulseras, anillos, prendas de vestir o implantes). Estos aparatos pueden monitorizar variables con sus sensores, mostrar ciertas informaciones o avisos al usuario y recibir/transmitir datos a través de internet.
A nivel logístico, los wearables recogen datos sobre el rendimiento del almacén y de los trabajadores, lo que facilita tomar unas mejores decisiones en la instalación.
Aunque todavía se halle en desarrollo, la realidad aumentada también tiene algunas aplicaciones en la logística. Esta tecnología permite ver nuestro entorno a través de un dispositivo (unas gafas inteligentes, un teléfono móvil o una tablet) con una capa de información que se superpone al campo visual.
Los ‘wearables’ y la realidad aumentada entran en el almacén
Los wearables y la realidad aumentada poseen la capacidad de multiplicar el rendimiento de los procesos en el almacén, al dotar de mayor eficiencia al trabajo de los operarios que efectúan las tareas de almacenaje y preparación de pedidos.
Un ejemplo de aplicación es cuando el lector de códigos de barras dificulta manipular con ambas manos una mercancía voluminosa. Aquí se podría recurrir a los wearables para que el operario tenga las manos completamente libres y recoja los productos con comodidad.
Por su parte, la realidad aumentada aplicada al picking podría dinamizar enormemente la preparación de pedidos, pues los operarios serían capaces de ver al instante dónde se halla el artículo que deben recoger o bien el espacio donde se tiene que colocar un producto. Esta tecnología podría suponer un gran avance en almacenes cada vez más complejos y que incorporan operativas como el kitting o las devoluciones.
En todos los casos, los wearables se conectan a un sistema WMS o SGA, como Easy WMS de Mecalux, que envía las indicaciones a los operarios. Asimismo, es el mismo software el que gestiona los dispositivos y los asigna a los usuarios correspondientes.
La potencia de un SGA unida al uso de los wearables consigue que el trabajo en el almacén sea mucho más ergonómico. Los operarios tan solo deberán seguir las instrucciones del SGA, por lo que podrán trabajar de manera más rápida, segura y libre de errores.
Tipos de ‘wearables’ más usuales en el almacén
Veamos cuáles son los wearables que se utilizan en el almacén y cómo son capaces de potenciar el trabajo de los operarios:
Picking por voz
Es una de las soluciones más extendidas en el mercado. El picking por voz se compone de unos auriculares y un micrófono, junto con un dispositivo de control (del tamaño de un teléfono móvil), que suele colocarse en la cintura del operario o, simplemente, en un bolsillo.
Los operarios reciben las instrucciones (qué producto recoger, dónde localizarlo, qué cantidad extraer, dónde depositar la mercancía, etc.) a través del auricular y confirman que las han realizado en voz alta.
Gafas de realidad aumentada
Las smart glasses son muy eficaces para trabajar con realidad aumentada. Se trata de unas gafas que llevan integrada una cámara que identifica los productos mediante el escaneo del código de barras. También incorporan una pantalla virtual en la que los operarios ven las órdenes que deben cumplir (a qué pasillo dirigirse, número de artículos que recoger y dónde colocarlos).
La realidad aumentada agiliza cualquier proceso de la cadena de suministro, particularmente el picking. Con esta aplicación, el operario tiene la picking list en su campo de visión y puede ver dónde se encuentra el producto que necesita al mismo tiempo que se está desplazando para ir a recogerlo.
Las gafas inteligentes presentan numerosas ventajas: son ligeras, cómodas de llevar y ofrecen una imagen nítida.
Escáner de anillo
Es un pequeño dispositivo que se coloca en un dedo como si fuera un anillo (de ahí su nombre) para capturar y leer los códigos de barras con rapidez y precisión. Pese a llevarlo en la mano, es tan ligero que el operario posee una total movilidad para manipular la mercancía.
Este dispositivo consume muy poca energía, garantizando una gran autonomía. Además, los modelos más habituales del mercado los pueden usar tanto diestros como zurdos (pudiendo pasar de un operario a otro al acabar los turnos).
El escáner de anillo debe estar conectado con el SGA para registrar toda la información que se ha captado al leer un código de barras.
Ordenador corporal
Es un ordenador de reducidas dimensiones que se ajusta al brazo. En la pantalla, el operario consulta las distintas indicaciones del SGA y, gracias a su interfaz táctil, puede confirmarlas cuando las haya terminado para así recibir más.
Es un sistema muy práctico e intuitivo, pues el operario tiene toda la información literalmente en el brazo y puede consultar las órdenes que debe ejecutar siempre que lo precise.
Este ordenador puede conectarse con otros dispositivos. Por ejemplo, es corriente combinarlo con el escáner de anillo para que el operario siga las instrucciones del SGA mirando la pantalla que lleva en el brazo e identifique cada producto con el escáner que tiene en el dedo. De esta forma, se podrían liberar las manos de los operarios por completo, facilitar su trabajo y, por consiguiente, incrementar su rendimiento.
La situación de los ‘wearables’ en el almacén
Según Zebra, uno de los mayores fabricantes de dispositivos wearables en el mundo y partner de Mecalux, la utilización de esta tecnología puede aumentar la productividad del almacén en un 15% y, globalmente, reducir los errores en un 39%.
Esto es posible gracias a la flexibilidad y a la movilidad que aportan estos dispositivos. Los wearables están específicamente diseñados para liberar las manos de los operarios y, así, manipular los artículos con facilidad.
El inconveniente, hoy por hoy, es el costo que representan estos dispositivos, siendo difícilmente asumible por muchas compañías. Por otra parte, no solo hay que considerar el precio del dispositivo en sí, sino también el de mantenimiento y las eventuales reparaciones. Lo cierto es que, a medida que esta tecnología comience a extenderse, probablemente resulte más asequible.
Equipar a los operarios con estos dispositivos abre la puerta a una nueva realidad en el almacén: la conectividad. Cada operario está conectado con sus compañeros, pudiendo así trabajar conjuntamente y coordinar las distintas tareas que deben realizar.
Parte del éxito de esta tecnología se debe a la perfecta coordinación entre todos los operarios y elementos que intervienen en el almacén, de ahí la necesidad de contar con un sistema de gestión de almacenes que dirija todos los movimientos. Easy WMS de Mecalux es un SGA de referencia en el mercado. Contacte con nosotros para que le informemos sobre sus prestaciones y cómo puede lograr una mayor productividad mediante el uso de wearables.