Protege la cadena de frío en el almacén con estos sistemas
La rotura de la cadena de frío en un almacén de productos refrigerados o congelados es un error imperdonable que nunca debería cometer un gestor logístico. No obstante, evitar esta contingencia no es una tarea fácil. Asegurar que la mercancía se mantiene en todo momento dentro de un rango de temperaturas muy estricto plantea un auténtico desafío.
Para facilitar la preservación de la cadena de frío dentro del almacén cuentas con la ayuda de una serie de sistemas automáticos y manuales que contribuyen a la correcta conservación de los productos alimentarios, farmacéuticos o químicos. Descubre cuáles son y qué retos podrás superar gracias a ellos.
Desafíos en la protección de la cadena de frío en el almacén
Para llevar a cabo una adecuada gestión de la cadena de frío es necesario no perder de vista los siguientes objetivos:
1. Aprovechar al máximo el espacio disponible en las cámaras
Se trata de maximizar la capacidad de almacenamiento de la cámara, ya que esto conducirá a una mayor eficiencia energética y, en consecuencia, a márgenes de rentabilidad más altos.
Los racks drive-in y los sistemas Movirack de bases móviles serán los mejores aliados para guardar grandes volúmenes de mercancías en pocos metros cuadrados.
La ilustración superior muestra las ventajas del sistema de racks con bases móviles Movirack frente a uno selectivo. La instalación de los racks drive-in de este tipo permite conseguir más del doble de capacidad de almacenaje gracias al ahorro de espacio dedicado a pasillos.
2. Minimizar las operaciones manuales requeridas dentro de las cámaras
Limitar la presencia de los operarios en el interior de las cámaras. El acceso debe producirse solo cuando sea imprescindible. Este es el mejor planteamiento para atajar las fugas de frío y prevenir riesgos laborales y fallos humanos.
3. Controlar la trazabilidad del producto
Se impone la generalización del inventario permanente y el control constante de los productos almacenados para certificar que son despachados en su estado óptimo de conservación. Garantizar la trazabilidad de las referencias ante el consumidor es posible gracias a un sistema de gestión de almacenes como el WMS de Mecalux, que automatiza los flujos de información en tiempo real.
Sistemas para proteger la cadena de frío dentro del almacén
Si tu almacén está especializado en albergar productos refrigerados o congelados, es vital incorporar tecnologías para proteger la cadena de frío como estas:
1. Instalaciones automatizadas
En entornos de bajas temperaturas, la calidad y la productividad del trabajo humano se resiente. Por ello, es conveniente automatizar la mayoría de los procesos de un almacén frigorífico. De este modo, habrá un menor riesgo de errores u omisiones que provoquen la rotura de la cadena de frío.
Dependiendo del número de referencias que se manejen, se puede escoger entre distintas modalidades: con racks de simple o de doble profundidad, o incorporando Pallet Shuttle en unión a transelevadores o lanzaderas.
2. SAS (Security Airlock System)
Un SAS (Security Airlock System) es una antesala con dos puertas que se ubica en el acceso a una cámara de congelación. Estas puertas nunca deben abrirse de manera simultánea.
Con el SAS se evita que las mercancías queden sometidas a cambios bruscos de temperatura y se mantiene a raya la condensación, a la vez que se minimizan las fugas de frío de la cámara.
3. Áreas de precarga en las cámaras de congelación
Paralelamente a los SAS, otra buena solución para proteger la cadena de frío es llevar a cabo la precarga de los productos en entornos de temperatura controlada.
Con este sistema, las mercancías salen fuera de las cámaras de congelación por medio de transportadores automáticos (de rodillos o de cadenas) que las trasladan, previo paso por el SAS, hasta el área de precarga, donde quedan a disposición de los operadores de montacargas.
4. Picking automático
Automatizar el picking en las cámaras de congelación es una buena práctica fundamental para preservar la cadena de frío. El picking con robots controlado por un WMS descarga de tareas a los operarios, de manera que estos solo tienen que dedicarse a retirar el plástico de las tarimas para que las máquinas puedan actuar.
En caso de tener que decantarse por un sistema de picking manual, es conveniente equipar a los trabajadores con un sistema de picking por voz que les deje las manos libres para concentrarse únicamente en la manipulación de los productos.
Gracias a sistemas para proteger la cadena de frío como estos, los gestores del almacén consiguen una utilización óptima del espacio, un grado de seguridad muy alto en las operaciones y un considerable incremento de la productividad y del retorno de la inversión. ¿Quieres ver cómo lo han logrado otros? Consulta nuestros casos de éxito en la implementación de almacenes en frío.