Depósito aduanero: un aliado para gestionar importaciones y exportaciones
El depósito aduanero es un tipo de almacén al que recurren las empresas para guardar mercancía procedente del extranjero sin tener que abonar los impuestos correspondientes hasta que no se haya definido el destino final de los productos.
En este artículo explicaremos qué son los depósitos aduaneros y cuáles son sus ventajas.
Qué es un depósito aduanero
La definición más habitual de depósito aduanero es la de un almacén destinado a la custodia de mercancía proveniente del extranjero bajo el control de autoridades aduaneras. Durante el tiempo de permanencia de los productos en estas instalaciones, la empresa depositante queda exenta del pago de impuestos y aranceles, cargas impositivas que deberá asumir solo cuando la mercancía sea finalmente distribuida a su destino final.
Las empresas importadoras que gestionan artículos no perecederos de alto valor y baja o media rotación, por ejemplo, suelen recurrir al régimen de depósito aduanero porque les permite diferir el pago de gravámenes hasta la disposición final de la mercancía.
Asimismo, el depósito aduanero es habitualmente utilizado por aquellas empresas de comercio internacional (más conocidas como trading companies) que desean disponer de stock en un determinado territorio para exportarlo luego a otros (y también para comercializarlo en ese mismo país). Ese sería el caso de una compañía que almacena productos procedentes de Estados Unidos en un puerto de Portugal para enviarlos después a otros países de Europa.
Ventajas del depósito aduanero
El depósito aduanero es una solución que facilita el comercio internacional. Una de las ventajas más destacables es que evita el pago de impuestos y aranceles hasta que la mercancía haya abandonado el almacén. Esto quiere decir que el pago puede hacerse de forma simultánea a la venta real, por lo que la empresa no hace ningún desembolso impositivo por adelantado.
Otra ventaja respecto a otros tipos de almacenes regulados es que legalmente la mercancía puede permanecer almacenada durante un plazo de tiempo ilimitado (a excepción, desde luego, de los productos perecederos con fecha de caducidad). ¿Significa esto entonces que la empresa propietaria de los productos no puede acceder a ellos durante el tiempo de custodia en el almacén? En absoluto. Aunque esté bajo vigilancia, se puede acceder a la mercancía, mediante autorización, para realizar determinados procesos, como mejorar su presentación o trasladarla a otro depósito aduanero.
También es importante subrayar la posibilidad de retirar solo una parte de la mercancía bajo custodia. De esta manera, pueden distribuirse los productos gradualmente, en función de la demanda. Las tasas correspondientes se pagarán en el momento en que la mercancía abandone el almacén y serán proporcionales al número de productos retirados.
Por otra parte, el uso de depósitos aduaneros también comporta beneficios en cuanto a la rapidez de las entregas. Cuando se produce una venta, en vez de expedir un producto desde el país de origen, las empresas importadoras lo envían directamente desde estos espacios, ya que cuentan con stock disponible. Así, se acortan los tiempos de entrega.
Tipos de depósitos aduaneros
Los depósitos aduaneros se clasifican en dos categorías en función de su titularidad:
- Depósito aduanero privado: su uso es exclusivo para la persona o empresa titular autorizada. Además, en sus dependencias solo puede almacenarse mercancía relativa a su propia actividad.
- Depósito aduanero público: puede ser gestionado de forma privada o por la administración pública pero, a diferencia del caso anterior, cualquier empresa puede hacer uso de ellos. El responsable de que la mercancía se ajuste a las regulaciones puede ser el depositario (la persona o empresa autorizada para gestionar el depósito), el depositante (la persona o empresa que deposita la mercancía) o las autoridades aduaneras.
Sea cual fuere el tipo de depósito aduanero, su función es la misma: dar cabida a productos durante un plazo ilimitado hasta que se les asigne un destino.
Diferencia entre depósito aduanero y depósito fiscal
Es primordial no confundir un depósito aduanero con un depósito fiscal. Si bien la función de ambos es esencialmente la misma ─almacenar mercancía procedente del extranjero en régimen de exención de impuestos hasta su disposición final─, en los depósitos fiscales la mercancía tiene legalmente un tiempo máximo de estancia de cinco años.
Habitualmente ubicados en puertos, fronteras o aeropuertos, los depósitos fiscales están permanentemente supervisados por un agente aduanero autorizado. Constituyen una solución a la que recurren las empresas importadoras de bebidas alcohólicas que desean liquidar los impuestos de sus productos en el momento en que estos se comercializan.
Un ejemplo de depósito fiscal es el de Luís Simões en Guadalajara (España), equipado con sistemas de almacenaje de Mecalux. Este operador logístico, que ofrece soluciones de transporte, almacenaje y picking a todo tipo de compañías, posee un centro dividido en dos naves, además de dos depósitos fiscales para empresas de bebidas.
Soluciones de almacenaje para un depósito aduanero
En un depósito aduanero, tal y como hemos visto, se guarda todo tipo de mercancía, de distintos clientes, durante un tiempo prolongado. Ante este escenario, es inevitable preguntarse cómo son este tipo de instalaciones.
Ante todo, un depósito aduanero debe estar dotado de sistemas de almacenaje que faciliten la gestión de mercancía heterogénea, desde estibas y cajas hasta contenedores. La solución más eficaz son los racks selectivos especialmente idóneas para productos paletizados con una gran variedad de referencias. El acceso directo que proporcionan estas estanterías también ayuda a almacenar y extraer los productos de sus ubicaciones con agilidad.
Por otra parte, las instalaciones han de contar con sistemas de almacenaje que sean capaces de dar cabida al mayor número posible de artículos y garantizar que permanezcan allí durante un tiempo indeterminado en óptimas condiciones. La mejor solución para esta necesidad es incorporar el sistema Pallet Shuttle para cargar y descargar las estibas. Esta solución permite compactar la mercancía y acumular un gran volumen de estibas en un espacio limitado. Asimismo, al utilizar un carro motorizado, las entradas y salidas pueden hacerse de forma masiva, en el momento oportuno y con mayor rapidez.
Cabe resaltar también que un almacén aduanero debe estar acondicionado para gestionar los artículos correctamente. Por ejemplo, si se trata de productos que se almacenan a temperatura controlada, lo más lógico es que se disponga de almacenes frigoríficos o de cámaras de congelación.
Por último, y teniendo en cuenta que en estos almacenes se alojan multitud de referencias que, por si fuera poco, pueden ser de un mismo cliente o de varios, resulta indispensable contar con un sistema de gestión de almacenes (WMS) para controlar las existencias y hacer un seguimiento de las entradas y salidas.
Solución para el comercio internacional
Un depósito aduanero es una instalación destinada a alojar productos provenientes del extranjero utilizada por distintas compañías de cualquier sector, que recurren a esta solución para importar productos o distribuir sus artículos en otros países. Su atractivo principal es evidente: el pago de impuestos no se realiza hasta que la mercancía haya sido expedida.
En estas instalaciones, donde se depositan muchos productos distintos durante un tiempo ilimitado, es necesario contar con soluciones que faciliten las tareas de almacenaje y preparación de pedidos y, simultáneamente, mantengan los productos en perfectas condiciones. En Mecalux, tenemos una amplia experiencia equipando cualquier tipo de almacén: contacta con nosotros para que te asesoremos sobre los sistemas de almacenaje más eficientes para tu empresa.