‘Retrofit’ o reacondicionamiento del almacén

El retrofit o reacondicionamiento industrial es una oportunidad para modernizar un almacén que, por diversas razones o simplemente debido al paso del tiempo, ya no satisface las exigencias de sus clientes.

¿Qué es el ‘retrofit’?

El retrofit consiste en actualizar los componentes que conforman una instalación, ya sean sistemas de almacenamiento, componentes eléctricos y mecánicos, software o controladores lógicos programables (PLC). La renovación del almacén permite a las empresas adaptarse a nuevas necesidades y requisitos de productos, mercados y clientes y, a menudo, es una inversión obligada para evitar que la configuración original quede obsoleta.

¿Qué es el ‘retrofit’ aplicado al almacén?

Por lo general, las modificaciones del almacén vinculadas al retrofit mantienen la misma estructura creada originalmente y respetan las zonas de almacenamiento, distribución y transporte previstas. Eso sí, modernizan sus elementos individuales para lograr un mayor rendimiento y un funcionamiento más fluido del sistema transformándolos, por ejemplo, en almacenes automatizados. Además de reemplazar partes como vigas y bastidores, el retrofit también pasa por actualizar los softwares utilizados en las operaciones.

¿Cuál es el propósito del ‘retrofit’?

Más allá de ser necesario para prepararlo para el futuro, el reacondicionamiento del almacén puede tener distintos objetivos entre los cuales se encuentran la reutilización de los recursos existentes o el aumento de la productividad. Este enfoque fomenta un ahorro de energía y una reducción de emisiones sin afectar negativamente a las operaciones vigentes. Casi siempre permite que las instalaciones logísticas sigan funcionando mientras los ajustes se llevan a cabo —si no en su totalidad, al menos en parte—.

¿Cuándo se debería realizar un ‘retrofit’?

Cuando se trata de valorar si merece la pena acometer un reacondicionamiento, cabe tener en cuenta si el uso de la instalación sigue siendo rentable aplicando un mantenimiento preventivo y si el retrofit traería consigo un ahorro potencial.

Un indicador clave de la productividad es, por ejemplo, el número de artículos que se extraen por hora. También hay que fijarse en si se están alcanzando los requisitos de velocidad que la logística empresarial, el comercio electrónico y las estrategias omnicanal exigen. Los almacenes han vivido una verdadera transformación impulsados por los avances tecnológicos de los últimos años y, pensando en el futuro, es el momento de sopesar si conviene hacerse con equipos vanguardistas como los robots de picking o los robots móviles autónomos (AMR).

¿Qué ventajas y desventajas aporta el ‘retrofit’ en el almacén?

Modernizar un almacén preexistente en vez de construir uno de cero embarcándose en un proyecto greenfield proporciona múltiples beneficios a las compañías:

• Ahorro y disminución de costos operacionales. La inversión necesaria para reacondicionar un almacén suele ser menor al costo de equipar uno desde cero. Los nuevos componentes también facilitan las labores de mantenimiento y conservación.
• Operaciones ininterrumpidas. Un funcionamiento correcto implica que solo se lleven a cabo paradas planificadas, evitando los tiempos de inactividad y los daños a la productividad de la empresa.
• Mayor seguridad. Los elementos de hardware modernos como los sistemas de posicionamiento con visión artificial contribuyen a la protección de las mercancías y de los operadores. A su vez, actualizar los softwares supone una mejor defensa ante brechas de ciberseguridad.
• Suministro de piezas. Emplear sistemas recomendados por compañías expertas en almacenamiento garantiza un suministro más seguro de piezas de repuesto originales.
• Almacenamiento de alta densidad. Los almacenes automatizados optimizan el uso de espacios reducidos, pudiendo dar cabida más fácilmente a nuevas referencias. Además, y en combinación con los softwares de gestión de almacenes, es posible mantener unos niveles de existencias correctos en estas instalaciones para así completar los pedidos sin caer en el sobrestock.

Entre las desventajas de un retrofit está el hecho de que, como algunos componentes antiguos aún permanecerán en el sistema, es probable que estos elementos deban ser retirados antes que el resto. En definitiva, estas son las diferencias entre acometer un diseño retrofit o apostar por un proyecto greenfield o construido desde cero:

Ejemplo de ‘retrofit’ del almacén

Ikea Components, encargada de los accesorios y recambios que utiliza el grupo IKEA, ha optado por automatizar sus instalaciones de Malacky (Eslovaquia) sin interrumpir sus operaciones por completo en ningún momento. De la mano de Mecalux, Ikea Components ha automatizado un almacén manual preexistente con transelevadores trilaterales para tarimas, transportadores automáticos y el sistema de gestión de almacenes Easy WMS. El proceso constó de cuatro fases y ha aportado una mayor visibilidad del inventario a su personal.

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