El búfer de almacén, un pulmón para producción y expediciones
El búfer es una zona delimitada dentro del almacén donde se deposita mercancía de forma temporal como, por ejemplo, materias primas. Los artículos se guardan en un sistema de almacenaje específico o directamente en el suelo (almacenamiento en bloque) durante un tiempo determinado hasta que sean requeridos.
Esta solución se utiliza frecuentemente cuando el ritmo de abastecimiento y el de consumo de los productos no coinciden o cuando el almacén actúa como punto intermedio entre dos procesos de producción.
En este artículo veremos las soluciones de almacenaje más habituales para crear un búfer en un almacén, cuáles son las ventajas de emplear este método de trabajo y cómo automatizarlo a fin de obtener un mayor rendimiento.
Búfer de almacén: definición y aplicaciones
Un búfer es un espacio destinado al almacenaje temporal de mercancía. Se trata de un pulmón que hace acopio de los materiales necesarios para un proceso posterior (por ejemplo, producción, expediciones, preparación de pedidos o kitting). Su ubicación y organización puede variar en función del espacio disponible y de los requerimientos de cada almacén.
La aplicación más extendida de un búfer es la del almacenaje temporal de bienes destinados a un proceso de producción (materias primas, envases o productos semielaborados). Este tipo de búfer ─muy recurrente en las instalaciones de empresas con un elevado ritmo de trabajo o que operan con un método just-in-time, como las compañías del sector de la automoción─ se encarga del abastecimiento de mercancía en el momento oportuno con lo que se evitan demoras que podrían provocar retrasos en la producción.
Otra aplicación usual de un búfer consiste en secuenciar y organizar la mercancía que se necesita para preparar pedidos y kits o que debe expedirse directamente. En este último caso, el búfer suele situarse en el área de expediciones de un almacén. Allí pueden también instalarse canales dinámicos de precargas donde los pedidos permanecen a la espera hasta que se introducen en el camión de reparto.
¿Cómo diseñar la zona del buffer?
A la hora de diseñar un búfer, hay que tener en cuenta la superficie disponible, así como la operativa que debe cumplir. No solo debe disponer de espacio suficiente para almacenar la mercancía necesaria, sino que también debe estar preparado para asegurar un suministro continuo y puntual.
Para que este buffer resulte lo suficientemente efectivo, debe ubicarse allí donde sea preciso. Por ejemplo, lo más cercano posible de los puestos de preparación de pedidos, de los muelles de carga o de las líneas de producción (en el caso de que el búfer sea un pulmón de abastecimiento).
Es muy común que las compañías depositen la mercancía en el suelo aunque, en función del número de artículos y de movimientos, puede que sea mejor idea instalar un sistema de almacenaje tal como, racks selectivos, racks dinámicos o racks push-back. De este modo, los productos están mejor organizados, lo que facilita su localización. Estos sistemas también garantizan la seguridad, tanto de la carga como de los operarios.
Un búfer eficaz debe ser ágil y flexible. El sistema de almacenaje escogido ha de proporcionar la capacidad de almacenaje adecuada y, sobre todo, facilitar una operativa eficiente para que la entrada y la salida de la mercancía sean rápida y se produzca justo en el momento oportuno.
Ventajas de disponer de un búfer de almacenamiento
Crear una zona de almacenaje temporal aporta las siguientes ventajas:
- Optimización del espacio. Se aprovecha todo el espacio disponible para dar cabida a un mayor número de productos. En esa superficie se alojan temporalmente todos los artículos que se precisan para los procesos que tienen lugar en el almacén.
- Proximidad y coordinación. El buffer está perfectamente coordinado y conectado con las demás áreas de trabajo donde se realizan procesos como la preparación de pedidos, de kits o expediciones. Esto aporta agilidad a la producción y a los envíos.
- Disponibilidad de la mercancía. Gracias a almacenar con antelación la mercancía necesaria para un proceso, la disponibilidad es total, evitando así demoras e interrupciones.
- Mayor productividad. Aprovechar el espacio disponible y asegurar el abastecimiento de los distintos procesos que se desarrollen en el almacén se traduce en un aumento de la productividad.
- Reducción de errores. En el búfer, los productos se organizan siguiendo el orden en el que se van a precisar. De esta manera, se minimizan errores y se agiliza el suministro.
Automatizar un búfer o pulmón de abastecimiento
Una de las soluciones más socorridas para crear una zona de almacenaje temporal efectiva es la automatización. Transportadores, sistemas automáticos con racks dinámicos o almacenes automatizados para tarimas y miniloads proporcionan una gran flexibilidad y agilidad, además de lograr una mayor productividad.
La automatización aporta un movimiento ininterrumpido de mercancía allí donde sea requerida. Los traslados de productos consumen mucho tiempo de los operarios, por lo que hacerlo de manera automática con transelevadores, transportadores o lanzaderas disminuye la manipulación manual de las cargas y, por ende, incrementa la seguridad del almacén.
Además, dado que todo está automatizado y digitalizado mediante un sistema de gestión de almacenes, la trazabilidad del producto es total y se puede hacer un seguimiento en tiempo real de la mercancía disponible.
Ejemplos de éxito en la implantación de un buffer
Multitud de compañías recurren a almacenes temporales para alojar productos que se emplean en ciertos procesos. Un búfer efectivo es aquel que aprovecha la superficie disponible para depositar los productos que se necesitan y cumple la función para la que fue diseñado.
En Mecalux disponemos de una larga trayectoria desarrollando este tipo de soluciones logísticas para empresas de todos los sectores industriales. Veamos dos ejemplos de éxito que tienen la automatización como denominador común. Sus beneficios: mayor rendimiento y flujo de movimientos controlado:
- Luís Simões. Este reconocido operador logístico puso en marcha un centro logístico en España que Mecalux equipó con un bloque de racks con el sistema Pallet Shuttle automático con lanzaderas. Dicha instalación actúa como búfer y cumple la función de organizar, secuenciar y programar los pedidos preparados que deben distribuirse.
- Yamazaki Mazak UK. Mecalux instaló un almacén automático en la planta de producción de este fabricante de maquinaria industrial en Worcester (Reino Unido). Se trata de un espacio donde se depositan las piezas acabadas de pintar de forma temporal hasta que se han secado. La solución se ha diseñado para alojar los productos que la compañía precisa y garantizar que su entrada y salida se efectúe en el momento apropiado y sin demora.
Si te estás planteando habilitar un búfer en tus instalaciones logísticas, no lo dudes más y contacta con nosotros . Nuestro equipo técnico estará encantado de ayudarte y encontrará la solución más adecuada para resolver tus necesidades, y adaptada a tus particularidades y operativas.