Almacén exterior a cielo abierto: consejos y soluciones
Dentro de los distintos tipos de almacenes encontramos variaciones respecto a la infraestructura con que cuentan. En este sentido, ya hemos destacado las diferencias entre un almacén convencional y uno automático. Sin embargo, siempre hablamos de almacenes cubiertos, naves logísticas preparadas para preservar y proteger las mercancías de las condiciones externas.
A pesar de ello, hay situaciones en las que las empresas recurren al almacenaje exterior industrial o a almacenes a cielo abierto para depositar sus mercancías. La superficie en exteriores puede resultar más económica, aunque hay que tener en cuenta que los costos de mantenimiento aumentan al estar los racks más expuestos a la intemperie.
Almacenes descubiertos: abiertos y semiabiertos
Los almacenes a cielo abierto están pensados para mercancías incorruptibles con alta resistencia a la intemperie. Una de las razones que impulsa el uso de almacenes descubiertos es su reducido costo. En función de la infraestructura con la que cuenten, encontramos:
- Almacén abierto:
Se trata de espacios al descubierto por completo. Su perímetro está marcado por una barrera de hormigón o un cercado de seguridad. A menudo están pensados para mercancías voluminosas y pesadas que, por un lado, no pueden ser robadas y, por otro, no se ven afectadas por las condiciones meteorológicas.
En general, en estos almacenes encontramos: materiales de construcción, material metalúrgico (tubos, hierro, bobinas industriales, alambres, chapas, tubos de cemento…), productos a granel debidamente paletizados y madera, entre otros.
- Almacén semiabierto:
Estos almacenes sí que cuentan con un techado y paredes, aunque tienen al menos un lateral abierto por completo. En este caso, las mercancías sí que pueden estar al aire libre, pero es necesario protegerlas de la lluvia. Suele ser la opción más común para albergar vehículos, materiales de construcción como tejas, ladrillos, planchas de madera…, entre otras.
3 consejos para montar un almacén exterior correctamente
Veámoslos en detalle:
1. Elige racks con alta resistencia a la corrosión
Por supuesto, el nivel de corrosión va a ser mayor cuando hablamos de almacenaje exterior industrial, pero es cierto que también depende de la propia ubicación del almacén y de las condiciones meteorológicas a las que está sometido.
En este sentido, existen sistemas que protegen los racks de la oxidación prematura. Los daños en el recubrimiento de las estructuras crean puntos vulnerables para la seguridad de la instalación.
En nuestro artículo sobre sistemas de protección frente a la corrosión hablamos sobre los acabados más adecuados para distintas condiciones. No obstante, cabe destacar que, para ambientes exteriores con una acción constante de periodos húmedos y secos, una opción muy recomendable son los racks galvanizados.
2. Dota a la zona de almacén a cielo abierto de correcta señalización
Esta zona de almacenaje exterior industrial suele situarse anexa a un almacén cubierto y es común que en ella se desarrolle una alta actividad de transporte de mercancías, ya sea porque está junto a los muelles de carga o simplemente por el intenso manejo de los productos que allí se almacenan.
Por ello, es importante planificar el espacio de almacenaje en exteriores para poder maniobrar y mover mercancías voluminosas sin riesgos. El tráfico debe estar regulado y señalizado aunque no existan pasillos como tal. La señalización tendrá que ser resistente a la intemperie y reflectante.
3. Ten en cuenta el almacén descubierto a la hora de comprar equipos de manutención
La manipulación de mercancías se realiza con montacargas elevadores cuando hablamos de almacenes descubiertos. Dependiendo del volumen de movimiento que haya en el exterior, conviene hacer uso de montacargas elevadores que cuenten con las suficiente potencia y agarre para manejar este tipo de materiales, que suelen ser voluminosos.
En este punto conviene recordar que en interiores tan solo están permitidos los montacargas elevadores accionados con electricidad o gas (los que funcionan con diésel o gasolina emiten gases nocivos para ser manejados en entornos cerrados). En cualquier caso, si se van a utilizar los eléctricos fuera, la recarga de las baterías no puede efectuarse en espacios húmedos o expuestos a la lluvia.
Sin embargo, si el uso va a ser exclusivamente en exteriores, los impulsados por carburantes sí que son los que mejor se comportan en superficies irregulares y con desniveles, destacando los montacargas elevadores 4x4 o las contrapesados térmicos.
Si estás buscando racks para tu almacén a cielo descubierto, no dudes en contactar con nosotros: un experto de Mecalux analizará la situación de tu instalación de almacenaje y te aconsejará acerca del tipo de rack industrial que mejor se adapte a sus condiciones.