La correcta carga de las tarimas es fundamental para evitar desplomes de la mercancía. La normalización de las tarimas y contenedores supone una ventaja para optimizar la forma en la que se constituyen las unidades de carga, ya que se pueden apilar unas cajas sobre otras, aprovechando el mayor espacio disponible.
Un buen apilado de las cajas sobre las tarimas es fundamental para garantizar la estabilidad del conjunto. Por esta razón, la tendencia es la de fabricar cajas de cartón que sean submúltiplos de 1.200 y 800 mm (las medidas de la tarima europea) para obtener un buen aprovechamiento de la superficie de las tarimas.
La composición de las cajas sobre las tarimas respeta, habitualmente, uno de los dos criterios ilustrados abajo.
Cajas entrelazadas
Cajas apiladas
En el primer ejemplo con cajas entrelazadas se ha escogido una caja de 400 x 200 mm y en el segundo con cajas apiladas las medidas son 400 x 300 mm. Ambos tamaños son submúltiplos de 1.200 y 800 mm, por lo que el aprovechamiento es máximo.
El primer planteamiento es más estable por estar colocadas las cajas entrelazadas. Con las cajas entrelazadas es aconsejable que el conjunto se fleje o se retractile con un film de plástico. Y esta medida es imprescindible si las cajas van apiladas.
Hay que tener en cuenta que los mantos pueden tener cara o posición así como chimenea (espacios vacíos), dependiendo de las dimensiones de las cajas.
Ejemplos de disposición para formar unidades de carga, mediante capas entrelazadas de embalajes que son submúltiplos de la tarima.
Desplomes de tarimas
Aún retractilando la mercancía, los desplomes son bastante frecuentes debido a los distintos movimientos generados en el transporte y en la manipulación de las tarimas. Como consecuencia, se produce un aumento de las dimensiones de la unidad de carga, generalmente en la parte superior. A continuación se ilustran algunos posibles casos:
Tarima bien formada
Desplome lateral
Forma de abanico
Forma abombada
Otros problemas de apilamiento
Cuando las medidas de las cajas utilizadas no son múltiplos de la tarima sobre la que se apilan, pueden darse dos situaciones.
- O bien, que se pierda capacidad de almacenamiento sobre la tarima, como se aprecia en el siguiente ejemplo:
- O bien, que las medidas de la capa de cajas sean mayores que las de la tarima, en cuyo caso se ha de tener en cuenta esta particularidad y diseñar las ubicaciones con un espacio suficientemente amplio.