Las modalidades de almacenamiento para cargas pequeñas y medianas, basadas en una estrategia de producto a hombre, suponen un ahorro de tiempo y esfuerzo y, por lo tanto, un aumento de eficiencia. El operario no tiene que desplazarse, sino tan sólo escoger las unidades de cada caja o contenedor que le son servidas por un sistema automático en su posición de trabajo. Aunque en la actualidad el método de producto a hombre más utilizado el sistema de miniload, algunas empresas todavía conservan sus antiguas instalaciones con almacenes verticales y carruseles. A continuación, podrá conocer estas soluciones que todavía hoy algunas compañías emplean para alojar y servir las unidades de producto.
Almacén vertical automatizado
La principal cualidad de los sistemas de almacenamiento vertical es el aprovechamiento máximo de la altura disponible con la menor superficie utilizada.
Un almacén vertical está compuesto por una estructura cerrada, similar a un enorme armario, con ubicaciones interiores en el frente y la trasera en las que se alojan bandejas especiales que albergan la mercancía.
Almacén vertical automatizado
Entre las dos columnas de ubicaciones se desplaza una lanzadera con movimiento vertical. El sistema puede tener hasta 15 m de altura y existen dos modelos de bandeja, uno de 600 mm y otro de 800 mm de profundidad, que pueden tener un largo de entre 2.000 y 4.200 mm (aproximadamente).
Cada bandeja puede contener desde una única referencia a más de cien, dependiendo del tamaño y la configuración que se utilice. Las bandejas pueden ser diáfanas, disponer de cajones específicos o compartimentaciones flexibles y reducidas.
Cuando un operario selecciona en una pantalla la referencia qué necesita, la lanzadera se desplaza en vertical hasta el nivel en el que se halla el producto, extrae la bandeja y se mueve, de nuevo verticalmente, hasta una abertura de la estructura habilitada al nivel del puesto de picking. En ese momento, el operario debe extraer las unidades que necesite de la bandeja correspondiente.
Partes de un almacén vertical automatizado:
2. Indicador de posición de productos (opcional)
3. Pantalla
Los carruseles
En la misma familia que los almacenes verticales también podemos encontrar a los carruseles (tanto los verticales como los horizontales). Estos sistemas basan su funcionamiento en una estructura sobre la que se desplazan los contenidos ya sea porque rotan en dirección vertical o por que siguien un recorrido paralelo al suelo de la instalación. Ambos sistemas facilitan el picking a los operarios puesto que la mercancía viene a ellos pero actualmente se encuentran en desuso.
a) Carruseles verticales
Los carruseles verticales consisten en una estructura en cuyo interior rotan, verticalmente, una serie de entrepaños, perchas, etc., en los cuales se aloja la mercancía. Una parte de esta estructura está abierta para que el operario pueda disponer del contenido de ellos para su posterior utilización.
Los carruseles se pueden adaptar para almacenar productos muy variados. En este caso, se trata de un carrusel vertical para bobinas
b) Carruseles horizontales
Al igual que existen carruseles verticales, también los hay horizontales. Estas soluciones aprovechan un sistema mecánico de desplazamiento lateral para llevar la mercancía hasta el operario, que es el encargado de extraerla sin tener que moverse de su posición.
El sistema se basa en una máquina dotada de una estructura con guías de las que se suspenden unos módulos compactos que, a su vez, están unidos entre sí. La guía describe un óvalo, por lo que los módulos se desplazan en sentido horizontal.
Se considera al carrusel horizontal como una máquina de alto rendimiento de picking y para facilitar esta operación se le pueden acoplar distintos elementos de ayuda como dispositivos pick-to-light y put-to-light, pantallas auxiliares, setas de validación (pulsadores), mesas multipedidos y lectores de códigos de barras.
Carrusel horizontal automatizado